28 de septiembre de 2011

Ciudad de la furia

Todo ocurrió a propósito de Pixies, a lo que se sumaron las alegrías enormes de El Otro Yo y Luis Alberto Spinetta.

Es curioso que escriba esto luego de plumear sobre La Paz... Pero estaba pendiente desde hace mucho... De hecho ya se cumplirá un año y justamente, también, es por ello.

Siento como si hubiera sido repentino, pero no fui yo, sino mi padre el que de pronto se animó a ir y que comenzó a buscar ofertas de vuelo y a averiguar sobre hoteles y toda la parafernalia que implica.
Originalmente yo había previsto y averiguado, viajar por bus (3 largos días de ida y de vuelta). Llegar martes, dormir y al día siguiente irme directo al concierto. Jueves pasear, buscar tiendas y comprar equipos (pedales y si el dinero alcanzaba, una guitarra; la Duo-Sonic, la cual resultó costar 650 dólares más o menos... Yo pensaba que solo era unos $us350 a 400). Viernes tratar de ir a algún concierto y vivir la escena local, ver el Underground bonaerense y el sábado ir al planetario y en la noche a verlo al Flaco, para así el domingo partir de vuelta a La Paz.
Claro está que me iba a hospedar donde mi amigo Gonza Mengual y también donde mi primo Cuqui (al cual solo contacte por mail y una vez allá... acaso pude llamarle, siempre se me iba)


Pero no resultó así. En cambio, mi padre ofreció invitarme los pasajes de avión (ida y vuelta), en cuyo itinerario de viaje, era estar en B.Aires desde el lunes hasta el siguiente lunes, toda una semana completa. Por tal motivo, entonces no podía abusar de quedarme en la casa de mi cuate por tanto tiempo y nació la idea de ir donde mi primo, a lo cual mi padre se rehusó y me dijo que nos hospedaríamos en un hotel.

Fue así, y el lunes 4 de octubre salimos de la casa a las 5 de la mañana rumbo al aeropuerto. Estuvimos allá a las 5:40 (luego de que el radiotaxi no nos recogiera, porque el chofer se había dormido, entonces tuvo que ir otro a recogernos y... todo un show). En fin, hicimos los trámites del aeropuerto y lo más duro de todo fue tener que pagar, algo así de 200 dólares por los impuesto del aeropuerto y viaje al extranjero y no se qué huevadas que se inventaron en estos últimos años... Si realmente harían algo por ese lugar, todo bien, pero es un aeropuerto que da pena, tan pequeño, un desastre, feo, en lo que se supone es la ciudad más importante de Bolivia... Un punto más en tu contra La Paz.

Nuestro vuelo salió a las 7:30 (creo) y fuimos rumbo a Santa Cruz, donde tendríamos que hacer un nuevo papeleo (más bien sin tener que pagar nada) y esperar a que salga el avión. A propósito, fue ahí donde lo vi al Piraí Vaca viajando a Argentina también, pero creo que el iba primero a JuJuy, días antes fue el Festival de Guitarra aquí en La Paz, así que él estaba ya viajando a su gira por Argentina.

Llegar a Santa Cruz creo nos tomó como 50 min. Esperar a que salga el avión tomó una hora y llegar a Buenos Aires fue como tres horas. Así que llegamos a las 13:30 (hora Argentina).


Llegamos a B.Aires en el Yacaré

Una vez ahí, cansados por no haber dormido bien y con hambre por la hora, lo que queríamos hacer es llegar al hotel (ya habíamos hecho una reservación en el Hotel Liberty), pero el transporte fue nuestro primer shock monetario, ya que era extremadamente caro. A mi padre, una tía que tenía -pero que sigue siendo tía, aunque ya no esté con mi tío-, le dio una tarjeta de un taxi y una conductora "buena gente" que nos podría llevar. Entonces mi padre la buscó y dimos con ella y fue quien nos llevó hasta el hotel. Aunque igual y nos salió caro.


Ya en el taxi alejándonos del Aeropuerto de Ezeiza


Es como que la emoción hacer pasar el hambre... Ver esa gran avenida, esos edificios que te transmiten algo añejo, historia exquisita... y donde las imágenes que vi en la televisión se volvían realidad.


Pasando la tranca nos espera.

Ya cerca y encuentro con el Obelisco emblemático.

Llegamos al hotel y a desempacar todo, asearnos y hacer la primera salida.
¿Dónde ir?
Simplemente caminar y ver qué pasa... Llegamos a la Casa Rosada y a Plaza de Mayo.

Un poco de información

Casa Rosada

Plaza de Mayo

De ahí en pleno anochecer comprar algo para comer, seguíamos sin comer nada, e ir al hotel a descansar... Se me fue por completo que tocaba Incubus, en el hotel antes de ponerme el pijama me di cuenta, pero de todas maneras tenía el dinero contado, no podía darme un gustito más o un gustito menos, ya estaba todo fríamente calculado.

Así fue la llegada a la ciudad de la furia.

p.d.1: Entonces, hablando de la comida, nos compramos una botella de jugo, pan, queso y jamon para hacer sandwich.
p.d.2: En la tv, para variar, había programas que hablaban de chimentos y esas cosas, vimos a Petinatto y algo más en algún canal de cable.


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